Una secadora de ropa, es un electrodoméstico que seca la ropa lavada mediante un sistema que lanza aire caliente, mientras gira el "tambor" (parte del funcionamiento de la secadora que veremos más adelante en el artículo) del artefacto. El sistema permite que la humedad de la ropa se elimine hacia el exterior. Este relativamente nuevo artefacto, ha llamado la atención de las personas del mundo actual, por permitir terminar con el lento trabajo que implica secar la ropa de la manera tradicional, especialmente en zonas de inviernos largos o con climas muy húmedos.
La invención de la secadora de ropa se produjo en Europa en el siglo XIX. El primer aparato construido por Pochon en 1800, consistía en un tambor perforado en el que se introducía la ropa húmeda, para luego ser girado manualmente mientras se calentaba por una fogata. Aunque la ropa sí se secaba, muchas veces se quemaba y comúnmente quedaba con mal olor. Más adelante se inventaron aparatos que funcionaban con motor de gasolina o vapor. En 1915, se produjeron las primeras secadoras de ropa eléctricas. En la actualidad, existen muchos tipos de secadoras de ropa, siendo las más frecuentes las eléctricas y las de gas. También existen secadoras portátiles, de pared y otras, más pequeñas y con menos capacidad.
La secadora de ropa es uno de los electrodomésticos que más consume energía, después del refrigerador y la lavadora, y frecuentemente es uno de los factores que las personas toman en cuenta para evitar adquirir el producto. Sin embargo, la secadora para muchos es un elemento indispensable en el hogar, ya que es la solución para varios de los grandes problemas que surgen al secar la ropa. Es especialmente útil para los hogares que no tienen un espacio para secar la ropa al sol. Muchas personas también los prefieren por evitar llenar un espacio con tendederos, ya sea por incomodidad o estética. Además, existen zonas lluviosas y húmedas que aumentan el tiempo de secado y, comúnmente, provocan que la ropa quede con olor a humedad.
La secadora de ropa tradicional funciona usando el aire que aspira del lugar en que se encuentra, para luego calentarlo antes de que pase a la ropa mediante el tambor que gira constantemente para lograr un secado uniforme. Uno de los tipos de secadoras es la de condensación, que son de las más caras. Esta secadora no elimina la humedad al exterior, sino que condensa el vapor cuando entra en contacto con el condensador de aire frío. Tiene un depósito de agua que se debe evacuar periódicamente. El otro tipo de secadora es la de evacuación, que tiene un tubo por el que sale el aire caliente del interior. Esto hace necesario que la secadora se instale en un lugar apropiado para que el tubo pueda salir al exterior.
Entre las desventajas de una secadora se encuentra el espacio adicional que ocupan. Para superar ese problema se producen actualmente secadoras integradas en las lavadoras; aunque es común que presenten más problemas que las máquinas autónomas y sus repuestos son muy escasos. Otra desventaja es su precio, que normalmente es elevado. Además, es uno de los artefactos de mayor consumo de energía. También se puede mencionar que la ropa secada en estas máquinas, presenta muchas más arrugas que la secada en tendederos. Si no se usa correctamente y no se le da el cuidado necesario, la secadora puede ser un causante de incendios.
Para el buen uso de una secadora de ropa es importante seguir algunas indicaciones como las siguientes: antes de usar la máquina, es importante limpiar el filtro de pelusas. Eso evita que la ropa se llene de pelusas y especialmente, que el secado sea eficaz y no se sobrecaliente la máquina. No se deben secar prendas mojadas con combustibles. Es mejor poner ropa que ya haya pasado por el proceso de centrifugación de la lavadora. Evitar poner ropa mojada. Es mejor seleccionar la ropa según su calidad antes de secarlas; algunas se secan con mayor rapidez que otras. Las prendas que contienen goma o plásticos podrían derretirse. Es bueno tener todo ordenado alrededor del aparato y el piso limpio y seco. No se deben introducir las manos mientras el tambor siga girando. Finalmente, es importante revisar constantemente las conexiones y la máquina en general y seguir bien las instrucciones del manual.
